Siempre nos preguntamos cuáles son los cuidados cuando adoptamos un cachorro, sea perro o gato. Y sabemos que, al llevarlo a su primera consulta con la veterinaria, nos explicarán los cuidados básicos. Entre los que están las desparasitaciones internas y externas, sus vacunas, el tema del baño, entre otras cosas.
En el desarrollo del cachorro hay unas semanas que son muy importantes en relación con su aprendizaje y su conducta para el futuro. En felinos este tiempo es bien acotada, y esta limitado desde la tercera semana de vida hasta la séptima semana. Mientras que en caninos es desde la tercera semana de vida, hasta la doceava semana, siendo este periodo más largo que en los felinos. Estas semanas se llaman período de sociabilización.
En este periodo, ocurren procesos importantes para la conducta del animal. Aquí aprenden a tener autocontrol, desapego y entienden sobre la jerarquización social. En cuanto a autocontroles, nos referimos a que aprenden a tener control sobre su propio comportamiento, y esto lo van aprendiendo mediante el juego. Aquí es vital que uno juegue con la mascota siempre con juguetes aptos para ellos, nunca con las manos ya que si no van a pensar que las manos son juguetes y después se tiene problemas con mascotas que muerden las manos o los pies de sus tutores.
También parte de esto es la presentación de todo tipo de personas, ya sean niños, adolescentes, personas mayores, incluso hay recomendaciones de hacer fiestas con disfraces para que la mascota pueda tener interacción con todo tipo de estímulo que pueda ser algún desencadenante en el futuro de alguna fobia. Entre estos estímulos se deben encontrar los ruidos molestos (bocinas, alarmas de autos, pirotecnia, etc.), presentación de otros animales (por ejemplo, gatos, perros, hurones, hámster, etc.), desplazamiento en vehículos, entre otros.
Siempre es recomendable que tengan contacto con algún adulto moderador, en especial en los cachorros caninos. Esto ayuda más que nada para que el cachorro canino aprenda y comprenda la comunicación de su propia especie, para que en un futuro pueda utilizarla en algún paseo donde se encuentre con otro canino y su interacción sea lo más calmada posible.
Autor: Javiera Andrade, Médico Veterinario, Universidad de Chile